Las redes sociales y el Internet ejercen una influencia disruptiva en nuestros lapsos de atención, instintos sociales y procesos cognitivos.
Ya sabemos que las redes sociales y especialmente las notificaciones emergentes constantes, que te advierten que tu mejor amigo de la infancia ya no está, son los nuevos espejos inteligentes que se suman a la gama en constante crecimiento de fuentes de ansiedad o, mejor dicho: dispositivos espías para el hogar.
Con “nuevos” nos referimos a los dispositivos con reconocimiento facial, ya que Samsung presentó su primer espejo inteligente en 2015. La tecnología consistía en un espejo de 140 cm de largo con una pantalla OLED transparente en la parte frontal, conectada a Internet y mostrando información como noticias, clima o lo que quisieras directamente en tu cara.
Imagina que te sientas en una tranquila tarde en casa y te sientes inquieto porque no solo en tu teléfono, sino también en tu habitación aparecen mensajes de amigos que están en restaurantes de moda o en eventos especiales, mientras sientes que las actividades más emocionantes ocurren en otros lugares. Este sentimiento, llamado “miedo a perderse algo”, refleja una sensación omnipresente.
Actualmente existe una tendencia extendida a orientar nuestras tecnologías hacia nuestro interior. Nuestras tecnologías se entrelazan con nuestra mente, nuestros recuerdos, nuestro metabolismo, nuestra personalidad, nuestra descendencia y posiblemente incluso nuestra esencia espiritual. Estos espejos, equipados con características de alta tecnología como pantallas táctiles, cámaras y asistentes de voz, funcionan como centros de entretenimiento, asistentes personales e incluso entrenadores personales.
Los espejos inteligentes se encuentran en la frontera de nuestra intimidad, donde prácticamente todo lo relacionado con el cuerpo y más allá tiene que ver con cosas que solo compartimos con personas que tradicionalmente nos son cercanas: nuestros amantes, nuestros familiares más cercanos y verdaderos amigos.
Los espejos recopilan y transmiten en diversos grados datos personales, incluidas grabaciones de vídeo de cuerpo completo detalladas, grabaciones de voz y audio, configuraciones de ajustes, perfiles personales y datos de uso: penetran en áreas íntimas.
La empresa de ropa deportiva Lululemon adquirió en 2020 una empresa de espejos inteligentes por 500 millones de dólares. Justo a tiempo para unirse a la ola de entrenamientos en casa desencadenada por la pandemia global. El espejo de 1,495 dólares ofrece una variedad de funciones, incluyendo consejos personalizados, seguimiento de objetivos de fitness y acceso a entrenamientos en streaming.
Para mí, Lululemon es solo una gran empresa que se beneficia de los miedos y traumas de las personas. Esta tendencia continuará, ya que actualmente se están desarrollando más modelos que, mediante tecnología de reconocimiento facial, sensores de gas y escáneres 3D, buscan signos de estrés o ansiedad, muestran cuánto bebe o fuma una persona, y detectan el aumento o pérdida de peso antes de ofrecer una “evaluación de salud” general.
¿Qué es la intimidad digital?
La intimidad digital tiene dos caras: sí, es muy bueno poder conectarse con las personas que amamos con solo un clic, pero la tecnología nos escucha, aprende de nosotros y transmite de nosotros.
Las decisiones de compra de los consumidores están influenciadas principalmente por hábitos, emociones e intuición, y menos por argumentos lógicos y consideraciones. Por lo tanto, es beneficioso para los comerciantes y publicistas investigar las verdaderas emociones y sentimientos de los consumidores para formular sus estrategias de manera efectiva.
Según la política de privacidad de la empresa Smart Mirror, el dispositivo puede recopilar datos:
Nombre completo
Fecha de nacimiento
Nombre de la empresa/organización
Título profesional
Información de contacto como direcciones de correo electrónico y números de teléfono
Información demográfica como código postal, preferencias e intereses
Información financiera como números de tarjeta de crédito/débito
Dirección IP
Tipo y versión del navegador web
Sistema operativo
Lista de URLs, incluyendo la página de referencia, actividad en nuestros servicios y la página que abandonas.
Las posibles consecuencias de una violación de la privacidad o pérdida de datos pueden tener repercusiones de gran alcance para las personas. La principal preocupación asociada a los productos inteligentes radica en la protección de la privacidad en nuestro mundo cada vez más conectado, especialmente cuando un producto es nuevo o ampliamente adoptado.
Ya deberíamos tener preocupaciones similares en relación a varios dispositivos inteligentes y conectados como cámaras, teléfonos móviles, frigoríficos inteligentes y muchos más.
No solo desde la perspectiva de la privacidad. La dependencia también puede ser un gran problema con los espejos inteligentes. Los usuarios pueden volverse dependientes de las comodidades que ofrecen estos espejos, haciendo difícil continuar con las actividades diarias sin ellos.
Esto puede convertirse en un problema si estos dispositivos fallan o no están disponibles, lo que lleva a frustraciones e inconvenientes.
Esta es la realidad del siglo XXI. La tecnología recopila información sobre nosotros; cámaras sofisticadas pueden monitorear nuestras reacciones fisiológicas, como la frecuencia cardíaca, e incluso evaluar aspectos de nuestra salud, como la fertilidad, sin que nos demos cuenta.
La tecnología penetra nuestras interacciones interpersonales a gran escala; usas plataformas de redes sociales para presentarte al mundo, conectar con otros y compartir experiencias, y ahora las grandes empresas de tecnología te empujan a integrar dispositivos de seguimiento incluso cuando te mueves y te concentras en ti mismo.
Para mí, los espejos inteligentes son una pesadilla de privacidad, sinceramente.
